viernes, 25 de mayo de 2007

estaré envejeciendo??

No me gusta la música nueva.

A lo mejor es que me estoy haciendo vieja, o tal vez es que de veras la música nueva es mala...

Y es que me suena hueca, sin ese algo que te mueve las tripas, que toca tus puntos sensibles, no hay conmoción, no hay belleza, no me evoca nada.
Debo admitir que no soy precisamente una piedra, una extremista clavada en las rolas de antaño; de lo nuevo nuevo me gusta algo de kasabian, de kings of leon, spinto band, the rapture, artic monkeys, interpol y un largo etcétera.

Y pienso, y escucho mucho mis canciones de batalla: nirvana, depeche mode, garbage, smashing pumpkins, pink floyd, morrisey, siouxie and the banshees y otro largo etcétera... no sé si es simplemente porque crecí en los 90 o deveras la música se hacía mejor antes.

Creo que cuando voltee a mirar (o escuchar según sea el caso) la primera década del siglo XXI la encontraré plagada de one hit wonders, de bandas que quisieron emular a bauhaus, joy division, a deep purple y velvet underground... bandas que dieron forma amorfa a un movimiento que mezcla lo punk con lo pop por muy pirado que esto parezca.

Pero en fin... debo confesar que entre todo ese amasijo de géneros dispares y de músicos poses y música aún más pose (creo que está pasando lo mismo que en los 80, cuando el glam inundaba la tele, las revistas, el radio con su imagen y música igual de vacía... recuerdas?) hay varias bandas rescatando sonidos, (que conste que dije rescatando y no fusilando) instrumentos, ritmos y hasta formas de grabar que resultan un profundísimo respiro de aire fresco que hacen que esta década sea más sabrosa de lo que imaginé.

Dejo algo de los raconteurs. La mitad de la banda pertecece a otra llamada The green hornes y su vocal, Jack White es el mismo vocal de los white stripes. Debo decir que las 3 bandas son como hermanitas, caminan el mismo camino, van por la misma onda de lo retro... la puritita onda. De mis mejores discos...
ojalá te guste.






Por si te interesa más de esta onda nueva-retro, también recomiendo amplísisisisimamente el disco HOWL de black rebel motorcycle club... un viajezote que merece mención aparte...

otro día...

miércoles, 9 de mayo de 2007

he dicho

Llevo ya un par de meses escribiendo (y eso incluye subir videos e imágenes) cuanta cosa me vaya cruzado por la cabeza (desde crítitcas de discos, conciertos, hasta algunos debrayes que esconden lujuria, odio, amor y demás)y suelo preguntarme cuál es el motor de estas letras, de estas ideas...

Mi primer 'entrada' fue caótica, atropellada y forzada. Después de meses sin escribir, me sentía adolorida, podrida y sin modo de sacarme toda esa pus.
Hoy el panorama luce menos sórdido, creo que las palabras se han abierto camino desde mi pecho hasta su pantalla, cómo no.
Me descubrí... y encontré, reafirmé que las letras y la música tienen que ser lo mismo, van de la mano, sin música, no puedo escribir. La música, lo que soy, lo que siento, y lo que escribo van de la mano... A veces la música es triste y todo luce gris, y quisiera que me lloviera dentro de esta oficina... Otras veces, como hoy, la música está viva, quisiera bailar, sacudir el esqueleto como poseída por los chaneques...
Creo que eso es sentirse vivo.
Me siento viva.
He dicho.

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leche

...Nos convertimos en una misma pieza, varios pares de piernas y brazos, pero con una misma voz, la misma voz que se quiebra, se alza y baja como las olas, en diferentes intensidades.

A veces gime y navega lento y otras grita y se quiebra como las olas cuando se rompen contra las rocas... silencio.
Te quedas quieta, te esfumas entre mis brazos y suspiras lentamente. Te ahogas en tus sábanas porque ahora eres liviana, porque el placer y el gozo explotaron y huyeron por tus poros... silencio.

Estás adormecida y yo navego entre tus sábanas, mi lengua es un navío y tu sexo la brújula que me guía entre tus pliegues, entre tu piel salada que aún transpira y se estremece... me dirijo a tus senos y los recorro lento, muy lento, huele a leche, el aroma me enloquece, ahoga mi sexo y todo a su alrededor se humedece... mi navío se detiene, ahogo mi boca en tus pezones, que se yerguen, se levantan, se izan como las velas de mi barco, que sigue su camino entre tus formas que se derriten a mi paso, que tiemblan conforme me acerco a tu centro...

Me deslizo entre tu pubis, mi barco se hunde, me ahogo entre tus piernas y no puedo respirar, ahora tú me devoras y mis gritos se disuelven entre tus gemidos... tu mundo se inflama y yo he perdido la brújula, ahora soy pequeña, eres dueña de mi cuerpo y de mi voluntad, y no puedo dejar de beberte, de querer consumirte, aunque seas tú la que me consume, me disuelve entre tus olas, tus pliegues, el aroma a leche de tus sábanas en las que finalmente muero con un grito, con un suspiro, que sigue siendo uno con el tuyo...


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martes, 8 de mayo de 2007

tiger lillies y de cómo convirtieron el teatro de la ciudad en cabaret

... Alguna vez te hablé de tiger lillies?
Imagínate en la mesa más obscura del bar más piojoso, indecente, sucio, depravado y perdido... departiendo con las prostitutas más obscenas, con asesinos, con historias de amor decadente...de pronto escuchas botellazos; es una riña entre los ebrios de la mesa de la entrada, todo eso mezclado entre un ambiente festivo, de arlequines, de mimos y juguetes... así suena tiger lillies.



Hace más de un mes estuvieron en el teatro de la ciudad, y ahí estaba, sola en una butaca alejada del escenario, pero qué diablos¡¡ se sentía bien cerca, como si yo estuviera en la mesa más obscura de ese bar piojoso, indecente, sucio, depravado, perdido, violento... sus letras, su música retumbaban en mi cabeza y yo sólo pensaba en un trago... diablos¡¡ nunca habría imaginado que a un serrucho pudieran sacársele notas tan finas, tan tristes, como de ultratumba... si los fantasmas y los muertos hablaran, seguramente sería con esos sonidos.

Y seguro la locura canta como ese hombre, que canta y toca el piano con una profundidad que pone a llorar a cualquiera; pero también bufa y baila mientras toca el acordeón...

y la batería? la batería es como el niño interior, que corre entre las mesas, que te escupe con cerbatanas, y después te mira con dulzura.