miércoles, 21 de mayo de 2008

eventos desafortunados

...Y entonces, Maura entró a la habitación, en silencio; apenas y se escuchaba el crujir de la duela bajo sus pies.

Tomó asiento junto a la ventana, desde otra pieza se podía escuchar una canción lenta... la interpretaba una voz sensual, amorosa, por momentos lastimera; Maura suspiró...

Ahí, en la penumbra, sólo pensaba en cuánto quería descubrir la piel de aquél , marcar con besos el territorio recién descubierto, recorrerlo con los dedos, desde la nuca hasta la planta de los pies, pasear lento por la espalda, detenerse detrás de las rodillas, contando cada segundo con latidos; suspirando en su oído, como recitando que nada podría ser mejor en ese momento, que no importaba cuántas vidas, cuántos cuerpos, cuántos pensamientos impuros estaban detrás de ellos, nada importa... hoy, es hoy, y nunca vuelve.

-Si me tomas, tómame como si fuese la última vez, la primera o la última, porque no existo, para ti no existo, ya no más, no me pidas más, que no puedo dar más...

Llévate lo que quieras conservar, te doy lo que quieras... mis ojos, una imagen, un suspiro, un lamento, devórame en un instante, húndete en mis entrañas, arráncame la vida, que me estoy muriendo-

Maura suspiró de nuevo... Quiere partirse en dos, negar lo que es, reinventarse cada mañana, para perdonarse los errores y las muertes del día anterior, cierra los ojos y vuelve a volar; a soñar con los deseos que tal vez algún día se puedan palpar.



Portishead - The rip

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