Tal parece que no quiero escribir.
La verdad es que a veces no quiero decirme nada, simplemente quiero pasar de largo por las cosas que me incomodan, me disgustan y me hacen daño.
Los últimos días me he instalado en la melancolía; como que de pronto empiezo a tomar conciencia de los años, y de que no pasan de gratis. La maternidad ajena es como una suerte de puñalada que causa emociones encontradas... de pronto no sé si debo sonreír cuando en el fondo estoy terriblemente confundida, y no sé qué decir, cómo actuar, qué cara poner.
Y luego está el otro momento en que respiro, sonrío y trato de ver al mundo de la forma más simple posible... y debo decir que así es más sencillo, todo fluye, sin complicaciones.
Pero no siempre puede ser así.
Mis pensamientos están revueltos, las noches y los días están boca arriba.
... Y sin embargo, detrás de mi, el reloj no se detiene...
tic-tac, tic-tac
tic-tac, tic-tac
tic-tac, tic-tac
tic-tac, tic-tac
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2 comentarios:
Hola,
Te escribo en esta entrada aunque te podía haber escrito en cualquiera de las muchas que he estado leyendo.
Tu blog me ha impactado mucho, ya que me he sentido muy, pero que muy identificada. He visto reseñas a grupos de música que yo tembién sigo, también he leído pensamientos que entiendo casi como si fueran míos. De corazón, me alegro muchísimo de haber encontrado este blog... Casi me da la sensación de ser yo misma, solo que una versión más exótica, desde el otro lado del charco.
Espero que todo te vaya muy bien y que pronto retomes la escritura.
Un saludo,
Bea
Bea,
Me alegra mucho saber que te identifiques con mis palabras y que las hagas tuyas. Cuando gustes puedes venir acá y comentar lo que desees; que aunque no he posteado mucho últimamente, no dejo de contestar a quienes me dejan su opinión.
Un beso,
Aline.
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