No soy una persona de propósitos de año, tampoco soy de las que aprovechan para echar la mirada atrás, aunque, sí caí en el cliché de aprovechar las vacaciones, para desocupar algunos cajones.
Lo que ahí encontré, también me llevó al cliché de recordar, reírme y hasta extrañar ciertas épocas.
He aquí algo de lo que encontré:
Regresión de año nuevo no. 1:
Como usted puede apreciar, querido lector, esos eran tiempos obscuros jejeje, en realidad mis amigas y yo pasábamos poco tiempo en la prepa y mucho tiempo en el trago.
Cabe mencionar, que N. se convirtió en parte medular de mi vida... Compartimos experiencias muy gruesas, otras no tanto y buenos tiempos; podría decir que aprendí demasiado (y casi a punta de trancazos) de esas historias.
Regresión de año nuevo no. 2:
Sí, la ñoña de la izquierda soy yo. La foto es de la secundaria, umm, de la misa de graduación de la misma... Nótese la cara de aburrición de los maestros a la extrema izquierda.
Y si se lo preguntan, no, ya no toco el piano; y es de las cosas que más extraño...
Me parece cuasi karmático encontrar estas imágenes, al final de un año en el que decidí desafanarme de las memorias, de las cursilerías de la nostalgia. La verdad es, que todos cambiamos, y los que en algún momento amamos, tal vez hoy no sean ni la sombra de lo que adoramos, lo que admiramos...
Finalmente aprendí a guardar mis recuerdos, amarlos, y simplemente, dejar ir.
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