lunes, 24 de marzo de 2008

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El tiempo es la marea que me lleva a través de oleajes que no son los que quiero, transito entre el recuerdo del amor que sentía por ti, y luego navego en el odio; la decisión de alejarte de mi es la que algunas noches me fulmina.

Te extraño, te perdoné, no olvido.

Me dueles, ojalá no hubieras sucumbido, ojalá nunca me hubieras matado.

Tu recuerdo se me aparece cuando menos lo espero, y me entero de que aún eres herida abierta, aún te lloro, no sé cómo coserme esa herida, abrazarte, hacer como que nada sucedió...
... que aún no me arrancan mis recuerdos, y que aún me pertenecen.

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