jueves, 21 de junio de 2007

el amor apendeja?

Vengo de leer un blog cuya última entrada dice:

EL AMOR APENDEJA

Será? Leo la frase varias veces, como queriendo hacerla mía, la leo en voz alta: más fuerte, más despacio, pausado, me siento derechita y vuelvo a pronunciarla.

No sé si el amor apendeje;
por lo menos a mí no.
A mí me noquea el muy hijo de la chingada.

Yo ya no quiero creerle nada, el muy ojete parace que se aburre y se va cuando menos lo espero. Así sin más, sin avisar se larga para sabe dios cuando volver... A veces se queda años, y otras, apenas pasa un par de noches conmigo.

A veces se disfraza para que no lo reconozca, o tal vez para que no sepa que está ahí. (o nomás estará jugando?)
A veces el amor se disfraza de lujuria, de pasión, hasta de odio o indiferencia. Y hay que saber mirarlo a los ojos, encontrarlo y desenmascararlo.
***¿Cómo diferenciar el amor de la costumbre?-***

... Aunque conozco algunos que ni dándoles en la cara lo reconocen. O nomás se hacen, voltean y se hacen los disimulados nomás pa' no pelar.
Pero yo no... yo sí lo veo (aunque sea de reojo) volteo, lo encaro... lo abrazo, nos tomamos unos tragos, y el muy cínico me enseña imágenes de la última vez; yo nomás hago un rictus y le muestro la nueva cicatriz en mi pecho.

Pero ni modo, así es el amor, qué se le va a hacer... míralo, ahí va saliendo por la ventana, nomás me agarró distraída el muy hijo de puta...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso que? Ya estas escribiendo como el Cuevas... me cae que tienes más. Ando un poco amargado ultimamente así que no te ofendas. Ciao.
Soy yoyoyoyo

apruebadebalas dijo...

naaaaaa... qué me voy a ofender, y menos viniendo el comentario de asté. Pero en efecto, tiene un no-sé-qué-que-qué-se-yo que resulta cuevesco... eso sí, no fue intencional, fue meramente involuntario.
Y sí, te creo que andes de amargado... pero no importa, con unos tragos se quita
besitos
a.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con yoyoyo -menos en lo de cuevesco- te conozco, Vinet, y s� te quedaste en la superficie nam�s flotando. Tenga valor y sum�rjase en las profundidades de ese sentimiento. Rehaga su tecsto pero ahora p�ngale pasi�n, que al fin y al cabo sin pasi�n no hay amor pero s� costumbre.